lunes, 20 de julio de 2015

La trinchera. Una guía para leer Trench Town.

Lo digo de nuevo. Para los que no entendemos ingles de corrido tiene poco sentido escuchar música con letra combativa (o comprometida, como se decía antes) porque en esa circunstancia la melodía, la armonía y el ritmo cobra otro sentido (o adquiere sentido) con la letra saltándole por encima.Se diría que al no entender la letra el tema se vuelve absolutamente instrumental, es decir música en estado puro. Su sentido se dispara y la canción se resignifica asignándole los sentidos que le aporta el contexto donde es escuchada. Si esa escucha es grupal el sentido es aún más polisémico. De ahí a la ya clásica relectura de Los Misterios de París o a Pierre Menard, autor del Quijote hay un paso.
Pero eso se terminó ya hace tiempo con los temas subtitulados, primero en MTV o algún otro canal de música y después con el youtube, donde la utopía adolescente de que la profe de inglés nos tradujera la letra (algo que jamás podía hacer) se hace posible. Así que todos los videos que voy a linkear en este post estarán subtitulados. Sin embargo al final del libro su autora Héléne Lee nos da un aliciente: los que sufren “no necesitan saber inglés para preciar a Bob Marley”.  Y más delante confirma “hay más afinidad entre dos creyentes sinceros de religiones diferentes que entre un creyente y un hipócrita de la misma religión”.
Pero  con el reagge  ocurre algo especial. La música es tan pegadiza y tiene una connotación tan herbácea que con solo escucharla  nos alcanza para transportarnos a ese mundo por el cual la Canción nos gusta. Sin embargo, cuando sabemos a que refieren las letras la puerta que se abre es inmensa. Ya lo hemos confirmado con el vino que más sabemos más disfrutamos. Ahora parece que con la música pasa algo similar. No hace falta saber para disfrutar, pero saber nos suma ese plus que nos transforma de adolescentes a adultos musicales. Podemos tener una conexión con el reggae y el ska en un lugar tan lúgubre con este punto del cono sur, donde es más factible encontrar similitudes con el Manchester del post punk, si hemos pasado previamente por el reggae y el ska ingles de los 80. 
Resulta que cuando Bob Marley llegó al reggae ya estaba inventado. Sin embargo, escuchando su música tenemos derecho a pensar que el fue su creador.  Como todo lo interesante en el arte popular el reggae también nació de la necesidad extrema. Nació en Trench Town, una villa de emergencia de Kingston donde la gente se moría de hambre, de frio y de pestes, y donde mitigaba todo ese padecimiento tocando los tambores alrededor de fogatas. Las letras de las canciones por supuesto puteaban a los políticos y a los poderosos en general y llamaban a algún tipo de revolución, obviamente sin suerte. Putear a los poderosos y llamar a revoluciones lo han hecho muchos, también sin suerte, pero no solo porque la revolución nunca llegó, sino porque la música que generó no lograron impactar en nadie, excepto hacerlos bailar. El Reggae nación de ralentizar el Ska. Los tipos del Ska deconstruyeron (diríamos ahora) los ritmos que les llegaban de Estados Unidos, le cambiaron  la acentuación rítmica, como consecuencia de ese descalabro todos los instrumentos dejaron su función tradicional, es decir, la guitarra comenzó a tocar ritmo y el bajo melodía, y así nació una música nueva.  Ese nacimiento tiene su mito y lo Picú y los Mosquil Brothers en el número ocho de la revista Cerdos y Peces: Dijo tio Paul Mc Cartney: "Cuando los chicos de Jamaica escucharon por primera vez a Chuck Berry y otros músicos de rock, no disponían de ningún medio para presenciar sus actuaciones. Así que los chicos agarraron sus tambores y trataron de hacer música según imaginaban que era, a partir de los discos. Con el rock el ritmo principal es el tiempo fuerte. Se consigue con la batería. Pienso que el primer loco de la isla que se compró una batería de catálogo se puso a probar y escuchó el gran ruido: supo que el bombo de pie es el más sonoro. Entonces variaron el ritmo débil, acentuando el segundo tiempo y de ahí pasaron al uno-dos-tres-cuatro. Se consigue el mismo ritmo y el mismo resultado pero invertido". Ska...boom...ska...boom.
La traducción del título del libro que relata parte de esta historia es todo lo honesto que puede ser el marketing. Se llama Trench town reggae en las calle de Bob Marley y es mejor que el original en francés: Ver Trench town un morir. Está estructurado como un reportaje en estilo indirecto con tres claras líneas narrativas: la historia del barrio, la historia del Bob Marley en el barrio y la visita de la autora al barrio. Su autora, Héléne Lee, es  periodista francesa, especialista en Jamaica y el rastafarismo e impulsora del reggae en Francia y según dice la solapa del libro escribió otro muy famoso llamado El primer rasta.  
El relato comienza en las Montañas azules, en las fuentes de Bath, en Saint Thomas, donde Leonard Howell, el “primer rasta” desarrollo la religión Rastafari que hoy tiene un millón de adeptos en el mundo y que esperan que Haile Selassie I los lleve de vuelta a Africa para zafar de toda la explotación en la que viven en Jamaica. No solo eso todavía no sucedió sino que en la década del 70 dos partidos políticos fundados por los primos Alexander Bustamante, JLP, Partido Laborista Jamaiquina  y Michael Manley,  PNP, Partido Nacionalista del pueblo, dividieron al pueblo enfrentándolos a tiros entre ellos. "Cada vez que planto una semilla, él dice: "matala antes de que crezca", dice Bob Marley sobre ese asunto.



La línea de tiempo de la música jamaiquina contemporánea es:  Ska, Rock Steady, Reggae, Dub y Dance Hall.
Ya vimos el mito del nacimiento del Ska. A eso hay que agregarle la influencia de Calypso y el Mento. 
El Calypso es un ritmo originario de Trinidad y Tobago. Los descendientes de africanos utilizaron como elemento de percusión tachos vacíos de petróleo. Estos tachos se convirtieron en el instrumento característico de este ritmo.



Harry Belafonte con su tema  Banana Boat Song (Day-O) se convirtió en el músico más representativo del Calypso.




Quizá nos suene más esto:



El Mento es el ritmo típicamente jamaiquino. Sus instrumentos característicos son la Marimba con la que el músico ejecuta la línea de bajo y el Banjo.




El grupo The Jolly Boys resurgió el Mento en los noventa, muchas veces versionando temas de rock en ritmo Mento.



Esta es la historia oficial que se cuenta sobre el nacimiento del ska: En una sesión de grabación  en cantante y compositor Prince Buster pidió al guitarrista Jah Jerry que “cambiara la marcha” (“change the gear, man, change the gear”). El guitarrista empezó a enfatizar el segundo y cuarto pulso, dando origen al nuevo sonido. La percusión se obtuvo de los estilos tradicionales jamaicanos y de marchas. Lo que hizo Prince Buster fue invertir los “shuffles” de “rhythm & blues”, acentuando los “offbeats” con la ayuda de la guitarra y un ritmo de batería 4/4, acentuando el segundo y cuarto pulsos. (wikipedia). Me gusta más la interpretación de Paul Mc Cartney.



 Este fue el tema que popularizó al Ska:



De los sound systems ya hablamos cuando refritamos la historia del hip hop

miércoles, 1 de julio de 2015

Internet, a las cosas

Hace mucho frío y es tarde. Valentino regresa tarde de un asado con amigos y no tiene ganas de bajarse del auto a abrir el portón. Solo quiere llegar a su casa y que esté calentita. El barrio no es muy seguro y sería  mejor que las luces del comedor estuvieran encendidas cuando entre. Cinco cuadras antes de llegar se detiene en una estación de servicio.Desde su Smartphone se conecta a la web de su proveedor de internet y desde un software le ordena a los sensores instalados en su vivienda que dentro de 5 minutos se abra el portón, se encienda las luces y suba la llama del calefactor. Cuando Valentino llega todo está en orden y sin necesidad de haberlo programado previamente.
Si bien no es común todavía, todo ese relato de ciencia ficción ya es posible, por lo menos en potencia. Se llama Internet de las Cosas (IOT en inglés Internet of Things) y es la posibilidad de conectar diversos aparatos entre sí a través de internet.
Esa tecnología no solo sirve para facilitar la vida hogareña. Su mayor potencial está en el comercio,  la industria y las finanzas. El banco la Caixa de Brasil gastaba 800 millones de dólares al año solo para abrir sus5000 sucursales. En ese monto estaba involucrado el costo de los custodios del gerente que con la clásica llave debía abrir las puertas de la sucursal para empezar a trabajar. Instaló un sistema de IOT y ahora el gerente va solo, apoya su pulgar en un sensor biométrico, una cámara de seguridad lo identifica, pasa la tarjeta magnética por la puerta y esta se abre. El dato que genera esa operación se acumula en un servidor y está disponible en tiempo real para que el directivo encargado del asunto pueda tomar decisiones en tiempo real. Así funcionan también las smart cityes (ciudades inteligentes). En estas ciudades super urbanizadas las luces de los semáforos ya no están encendidas durante un tiempo fijo. Se activan y desactivan en función del flujo del tránsito, evitando las colas y los embotellamientos. Todo esto es posible gracias a la Internet de las cosas.
Este sistema adelanta un casillero a la domótica, un sistema a través del cual también es posible automatizar procesos pero donde los sensores están desconectados entre sí y, muchas veces, cada uno comandado por una interfaz distinta. La Internet de las cosas permite centralizar el funcionamiento y la información que de ella emana en un solo servidor y por lo tanto estar disponible en tiempo real para el usuario.
Su funcionamiento es muy sencillo y ya empieza a verse como una nueva oportunidad de negocios para los proveedores de acceso a internet. Se necesita un grupo de sensores conectados a una placa de control conectada, a su vez,  al proveedor de internet que ofrece el software para que el usuario pueda manejar el proceso desde cualquier dispositivo (un teléfono inteligente, una tablet o una pc de escritorio). De esta forma el proveedor de internet genera ingresos no solo por el cobro del abono mensual sino también por este servicio adicional que le agrega valor a la conexión. Y para el abonado no es mucho más caro.
También es una oportunidad de negocios para los operadores de Tv por cable. Las estadísticas muestran como las nuevas generaciones de usuarios utilizan cada vez menos la televisión y más la internet para acceder al contenido audiovisual. Esto comenzó a impactar en los operadores de cable con una merma en las conexiones de televisión y un alza en las conexiones de internet. Los grandes operadores de cable compensaron esta merma ofreciendo también el servicio de conexión a internet. Esto significó una gran inversión en la renovación de la tecnología (fibra óptica, cambio de software y hardware, etc.). Pero no todos los cableros, sobre todos los más chicos, están en condiciones económicas  de reconvertirse en prestadores de servicio de acceso a internet. El mayor acceso audiovisual a través de internet (lo que se conoce como OTT, servicios Over-The-Top)también es un problema para los prestadores de internet que ven pasar de largo un negocio, el de los proveedores de contenido, Netflix o YouTube por ejemplo, que usan su red para emitir sus contenidos y generar ganancias sin que ellos vean un peso. Para esos dos casos la OTT es una oportunidad. Por caso,los canales de cable podrían emitir sus producciones también por internet y así fidelizar clientes o generar ganancias por la venta de publicidad.

Todo el equipamiento necesario para ingresar al mundo de la IOT ya se produce en Argentina a través de una empresa de origen nacional (EXO) y fue presentado el jueves en el Encuentro Regional de Telecomunicaciones  que se realizó durante tres días en Rosario ante un auditorio repleto de operadores de tv por cable y proveedores de internet ávidos de agregar valor al negocio que deberá reconvertirse para seguir siendo viable en los próximos años. Era tanto el interés por encontrar oportunidades que a uno de los presentes se lo escuchó citar a Ortega con una humorada : “Internet, a las cosas”.