domingo, 3 de diciembre de 2017

On the Bowery





La calle Bowery, en Nueva York, fue descripta como "La calle más triste del mundo". A mediados de la década del 50, fue el habitat de alcohólicos y vagabundos que, de a 15 centavos el vaso, dejaban sus monedas en los bares a cambio de la compañía de un trago y algún amigo ocasional. La picardía, la leve amistad, los códigos de los desesperados, la decadencia humana, la marginalidad extrema y los estragos del consumismo en personas desplazada a los márgenes del capitalismo, están retratados en el documental de ficción "On the Bowery". La película fue estrenada en el año 1956, cuando en el bajo Manhattan algunas personas se ganaban la miserable vida vendiendo el cartón que cirugeaban en la calle, a metros donde funcionó el garito CBGB, que le dio escena al nacimiento del punk neoyorkino.




Su director, Lionel Rogosin (uno de los padres fundadores en el desarrollo del cine independiente en Estados Unidos junto con Sydney Myers y Morris Engel) influenciado por el cine de Robert Flaherty y el neorrealismo italiano, intercala la participación de personas que Rogosin conoció en bares de la zona y a los que contrató como actores, cuyos personajes llevan adelante la historia, con imágenes documentales y personas reales, que apuntalan el verosímil de la historia. De ahí que el film se encuadre en el género de docuficción. Algunos especialista llegan a ubicarlo en las cercanías de Direct Cinema. Antes de filmar, Rogosin, vivió durante meses en el barrio y conoció en profundidad la vida de los marginales de la calle. Comenzó a filmar con cámara oculta. No lo convenció y contrató a un equipo profesional. Tampoco lo atrajo el resultado. Conoció de casualidad al escritor Mark Sufrin y al director de fotografía Dick Bagley, con quienes comenzó a filmar sin guión. Pero no funcionó por lo que elaboraron un guión mínimo basado en la vida de algunos habitantes reales del lugar, con diálogos que van desde la marcación actoral al registro de charlas improvisadas. Por aquel entonces el ferrocarril elevado conocido como Third Ave El no había sido demolido, por lo que la clásica sombra que proyecta sobre la avenida funciona como una referencia de época muy conveniente a la lúgubre puesta en escena. Un papael decisivo tuvo la intervención del editor Carl Lerner quien interpretó el sentido que Rogosin quiso darle al documental. (wikipedia).


La historia transcurre alrededor del Confidence Bar & Grill, un tugurio de borrachines, a donde llega el protagonista, Ray, a buscar un poco de esparcimiento después de un arduo trabajo en el ferrocarril. Allí conoce a una serie de personas que viven en el precipicio de la vida empujados por el alcohol. Son tres días donde hay lugar, no solo para la decadencia extrema, sino también para la solidaridad de los que no tienen nada para dar.





Hay que detenerse en cada plano para poder digerir todos los elementos que el furioso blanco y negro nos quiere transmitir. El contraste es el recurso que el director utiliza para destacar las marcas que un vida miserable deja en los personajes (que, no debemos olvidar, son personas reales). Pareciera que esa calle, que hoy, debido al programa de gentrificación del gobierno de la ciudad, ya es otra cosa, siempre lució en blanco y negro.









martes, 28 de noviembre de 2017

Psicópatas

San Nicolás de los Arroyos es una ciudad hermosa si uno recorre sus paisajes, charla con su gente, se anima a navegar el río, degustar su gastronomía, conocer su historia. Comparada con otras de su tamaño, e inclusive más grandes, es la ciudad argentina con mayor actividad cultural y deportiva. Pero también, en la mente de algunos de sus habitantes se esconden secretos insondables. 
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1. Un tipo asesina a la madre, hiere a la esposa y a la hija e intenta incendiar la casa. No lo logra por la intervención de un vecino, al que también hiere.
2. En la isla. Asesina a su amigo de un escopetazo. Quema el cuerpo, lo descuartiza, entierra algunas partes y otras las esconde en pastizales. Se va a dormir. Al otro día vuelve y se entrega a la poli. Dice que no se acuerda de nada.
3. San La Muerte le pide un sacrificio humano. Va a buscar a su víctima, pero no la encuentra y mata a otro en su lugar.
4.Un policía  viola a una chica con retraso madurativo dentro de un patrullero.
5. Un pibe incendia la catedral por diversión. Destruye el patrimonio arquitectónico de más de doscientos años. 
6. Dos pibes rompen y se llevan la estatua que homenajea a Chiquin Sivori, el deportista más importante que tuvo la ciudad. 

7. Un chico se corta el brazo al robar una reliquia de Santa Faustina en el Santuario de María de Rosario de San Nicolás. La policía lo descubre siguiendo el reguero de sangre que deja al huir.
9. Un falso médico trabajó durante cuatro años como jefe de guardia del sanatorio de la UOM. Además ejerció como médico municipal, asesoró obras sociales, firmó dictámenes judiciales y certificados de defunción. Cuando descubrieron que solo había cursado hasta segundo año de medicina, intentó suicidarse. 
Todo eso en menos de un año. 
San Nicolás es también la ciudad con más psicópatas por metro cuadrado. 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Café atómico

En tiempos de amenaza de guerra nuclear entre Corea del Norte (y los que serán sus aliados) y los Estados Unidos de Trump, es apropiado revisionar el documental de 1982 "The atomic café", producido y dirigido por Jayne Loader, Kevin Rafferty and Pierce Rafferty y realizado con material documental emitido en Estados Unidos durante la guerra fría, propaganda diseñadas para tranquilizar a los americanos acerca de que la bomba atómica no era una amenaza a su seguridad.


La idea fue de Pierce Rafferty, que encontró en la librería de San Francisco un catálogo titulado “3433 U.S. Government Films”, material que le inspiró para hacer una película que pudiera alcanzar “verdaderas cimas del absurdo”. (FILMAFFINITY).
Está narrada a través de un asombroso trabajo de archivo fílmico y temas musicales, que en Argentina podría haber escrito Palito Ortega, inspiradas en la recientemente descubierta bomba atómica y la bomba H y tiene por objetivo satirizar la época en que los americanos aprendieron a vivir en la era nuclear.
El hilo conductor de la narración no es la voz en off, ni las entrevistas, ni el realizador protagonista, sino el propio material de archivo montado de  tal forma que se deja ver en toda su desnudez de documento y que se lee al estilo Pierre Menard, ya que a más de treinta años de su estreno, una relectura del documental aporta un dato significativo para pensar que no es inédita esta época de gobernantes subnormales.
Sobre Atomic Café, y el estilo narrativo que encarna, dijo Luis Dufuur en su ensayo Tendencias actuales del cine-documental  "Los hermanos Rafferty y Jayne Loador nos presentan una  sucesión  de  filmes  publicitarios,  educativos  y  documentales  sobre  la  segunda guerra mundial, el acompasado montaje nos muestra, una mezcla de horror, dolor, y sorpresa, mostrando a la humanidad que se debate entre el dolor, y la alegría con la llegada de la bomba atómica a suelo japonés. El film se desarrolla desde una sucesión  de pequeños  documentales  a  color  y  en  blanco  y  negro,  e intenta  demostrar  como  una  sociedad  es preparada  para  vivir  después  de  una  catástrofe  nuclear.  La  importancia  de  este  film,  en  particular, radica  en  que  nos  permite  ver  la  relación conducta social ‐ instituciones generadoras de control. La virtud del film reside, en un minucioso  trabajo  de  investigación  sobre  documentos  fílmicos,  que muestran  el poder  del  discurso  generado  desde  las  instituciones  de  poder  como  el  estado".


miércoles, 6 de septiembre de 2017

El pogo filosófico

La multitud y Dussel 

Resulta increíble, y avergonzante, haber tomado contacto con el filósofo Enrique Dussel recién en noviembre de 2016. Pero a la hora de las justificaciones resulta útil ese pecado para pensar con qué eficacia los medios de comunicación masivos (en el sentido en que se entendían en la década del 70/80) obturan determinadas realidades, ideas e interpretaciones del mundo, a tal punto que, para conocerlas, hay que hacer un recorrido quirúrgico por los oscuros rincones donde esa otra información fluye. En ese sentido, la abundancia de información es un arma de doble filo. La metáfora del idiota del bar de Umberto Eco la retrata con certeza. Quizá la del laberinto borgiano nos sea también útil para pensar en la Internet, esa maraña donde todo vale, la nueva ley de la selva.
Es así que por casualidad, mirando esa antigüedad llamada televisión, en el canal Telesur, encontré una entrevista que el periodista Walter Martínez le hacía a Enrique Dussel. Dussel se había provisto de una mapamundi para ilustrar de qué forma la idea hegeliana de la historia era una construcción ideológica destinada a instalar el eurocéntrismo en las academias, de tal modo que la historia que el profesor Astolfi nos enseñó en la escuela resulta ser una construcción a los fines de justificar una ideología. Dussel construye otra historia, donde los chinos inventaron todo y nuestras creencias provienen de los Egipcios. Lo estoy diciendo con desmesura. Mejor es leerlo y escucharlo a él. Todas sus conferencias están en Youtube y sus libros gratis en su web. Así de moderno es.
Dussel es un gran conferencista, con una enorme consciencia de la puesta en escena y una erudición y locuacidad admirables, a tal punto que a sus 82 años puede hablar dos horas y media de corrido, sin olvidarse un nombre. Sabe donde poner el énfasis, que frase destacar poniendo una voz ronca y vivaz, sabe que frases decir para arrancar el aplauso del auditorium, y sabe que todo eso es necesario para llegar a los cuerpos biopolíticos. Crítica por igual a Trump y los marxistas leninistas que, con su sesgada interpretación del filósofo, tergiversaron las ideas de Marx e hicieron fracasar la revolución, que la revolución cubana no pudo avanzar por su dependencia económica y, por lo tanto, ideológica soviética (el que pone la plata pone la ideología), se anima a asegurar que China no es comunista sino neoconfucianista, que el Cristianismo se traicionó a si mismo creando la Cristiandad a partir del imperio bizantino, mutando de revolucionario a conservador,  que Freud es machista y a afirmar que El Capital de Marx está lleno de metáforas teológicas y que, para la liberación, si Dios no existiera habría que crearlo.
Pero esto no es lo más importante, aunque sin esto sus ideas no tendrían el impacto para haberlo convertido en el filósofo más leído de la actualidad, sino el de ser el último de los filósofos en crear una filosofía, que es capaz de discutir de igual a igual en las grandes ligas. Pero sabe que debe hacerse un lugar a los codazos en el Parnaso, por el solo hecho de ser sudaca. Es una filosofía absolutamente nueva, contemporánea, que se está haciendo ahora y se está difundiendo en todo el mundo.Todos los filósofos que leímos en la facultad nos sonaron a letra muerta. Gozábamos de sus ideas, si, pero sabíamos, con Feyerabend, que ese paradigma ya era antiguo. Los estudiábamos, era lectura obligatoria, inclusive los admirábamos, pero éramos conscientes que estábamos mirando una película muda. En cambio la filosofía de Dussel está viva.

A principios de agosto tuvimos la oportunidad de ir a verlo a la facultad de Filosofía y Letras de Rosario. Ir a verlo está bien dicho. Cómo ir a ver a Deep Purple, nuestros héroes de la adolescencia. El rock es alimento para el cuerpo, Dussel para el intelecto. Se lo goza siguiendo sus razonamientos de la misma forma que se gozan los punteos del RichieBlackmore. Y esto que digo no rebaja su propuesta filosófica, política, ética, metodológica. Pero es el signo de los tiempos. Se goza con el cuerpo. Y si existiera el pogo filosófico, el recital de Dussel sería su escenario. 

sábado, 2 de septiembre de 2017

El planeta de los narcos

"Los Monos. Historia de la familia narco que transformó a Rosario en un infierno" es una investigación periodística realizada por Germán de los Santos y Hernán Lascano, sobre la familia Cantero, quienes, como anuncia la contratapa del libro, fueron "delincuentes comunes y marginales en sus orígenes a quienes el narcotráfico los volvió ricos en pocos años. Brutales, despiertos y ambiciosos, corrompieron a la ciudad y dieron batallas sangrientas, fustigando y asesinando a sus competidores" y a quienes nosotros, los nicoleños, conocimos por las crónicas emitidas en canales de televisión de Buenos Aires. Toda esa vuelta mediática (Rosario, Buenos Aires, San Nicolás) tuvo que dar la noticia para que nos enteráramos la sangrienta lucha mafiosa que se estaba librando a setenta kilómetros de nuestras casas. Pablo Makovsky escribió un pormenorizado análisis de los orígenes y causas de un fenómeno similar al representado por la película "Ciudad de Dios".
Desde Umberto Eco sabemos que toda obra es abierta y polisémica y la experiencia de enfrentarse a ella dispara insospechados interrogantes. Para intentar aclararlos dialogamos con Germán de los Santos.
En la entrevista indagamos sobre las causas sociales que posibilitaron el ascenso del narcotráfico, la connivencia policial, la hipocresía de los "honestos" que se enriquecieron con miles de billetes de 2, 5 y 10 pesos y las alternativas políticas para intentar acabar con la venta ilegal de cocaína. También recordamos el caso de una fiscal nicoleña que debíó protegerse tanto de los narcos como de la policía santafesina para allanar un búnker.

sábado, 12 de agosto de 2017

Planificar las ciudades III

Entre las décadas del 50 y 80, la ciudad de San Nicolás de los Arroyos tuvo un crecimiento anárquico, producto del cambio de su sistema productivo (de rural a industrial). Existieron muchos intentos por planificar el crecimiento de la ciudad que fue sorprendida por un cambio de modelo para el que no estaba preparada. El último de ellos fue el nuevo código urbano ambiental aprobado en el año 2016. Este código establece una modificación en las posibilidades de construcción. Sobre el tema dialogamos con su autora, la arquitecta María Rosa Fernández, Directora de planeamiento urbano de la municipalidad.


Planificar las ciudades II

Dialogamos con el intendente de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos (de licencia por estar ocupando el cargo de Director del Instituto de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires) sobre las obras públicas vinculadas a la salud, el desarrollo económico y la planificación de la ciudad. Le entrevista comienza con el anunció de la concesión de la obra de ampliación del terraplén de La Emilia para intentar evitar una nueva inundación como la de enero de 2017.


Exótica

Exótica es la película que el director Egipcio de origen armenio, Atom Egoyam, filmó en Canadá, país en el que vive desde los dos años. Es verdad que el film reúne las características con que el mito representa a sus dos países y también que el título refiere a los tres pilares en los que se asienta la narración y la puesta en escena: Un escenario excéntrico (no solo por lo extraño del club de striptease donde se desarrolla una de las líneas narrativas de la diégesis, sino también porque el night club está ubicado en los suburbios de Toronto), el drama psicológico que sostiene el devenir de los personajes y una trama fragmentada. Podríamos sumarle el final abierto sino fuera porque el recurso se desvanece en el aire.
El argumento podría resumirse en una pregunta: ¿Cómo sigue la vida de las personas que perdieron lo más preciado?. Egoyam lo resuelve dándole un vuelco psicologisista a las acciones de los personajes y poniendo al espectador todo el tiempo en tensión.
Se trata de una de esas películas tan útil para estirar la charla de una sobremesa o como recurso didáctico en un las universidades que aplican de manera segmentada el Plan Bolonia.


domingo, 6 de agosto de 2017

Tomorrow Night

Louis C.K. es un comediante norteamericano conocido por sus stand up en teatro y televisión, aunque también se destaca produciendo, escribiendo y dirigiendo sus propias series y películas como la extraña Tomorow Night de 1998 donde unos estrambóticos personajes salidos del más puro manicomio toman decisiones justas que a la luz de la cordura general suenan alocadas. Cada uno de los personajes encarna uno de los efectos colaterales de la sociedad dominada por las leyes del mercado y el éxito material. Son estereotipos, que al comienzo abruman con su falta de aristas, pero solo hasta que el espectador comprende que el director deliberadamente los dibujó de esa manera para anclar su costado más mortuorio. El blanco y negro en la que está filmada la película remarca la vida rancia de sus protagonistas y el público agradece al salir de la sala que el director no haya apelado a un recurso que ya había sido utilizado una década atrás en Rumble Fish (colorear solo un elemento de todo un film monocromo). El final de la película apuntala la genialidad de Louis como guionista, ya que las acciones tienen un crescendo tan desmedido que es difícil imaginar un poco más. La película puede comprarse en la web del director por 5 dólares. Digo esto para hacerme el vivo, porque todo el mundo sabe que está gratis en todos lados.

Luois C.K. es también uno de los personajes de la película

miércoles, 2 de agosto de 2017

Planificar las ciudades

Charlamos con el arquitecto Sebastián Tissera acerca de la conveniencia o no de la planificación de las ciudades. Nos contó sobre un proyecto de planificación de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos del año 1959, que nunca se puso en práctica. Este dato nos permitió indagar si las obras de infraestructura que se realizaron en los últimos años se inspiraron en el Plan estratégico del año 2002 (diseñado con la  participaron todas las instituciones y vecinos) o solo respondieron a la planificación u oportunidad de los dirigentes de turno. Por último, ensayamos algunas propuestas para consensuar los intereses poderosos con los más débiles en el devenir de la comunidad.


jueves, 29 de junio de 2017

Rescatar el pasado mirando al futuro

Alumnos y docentes de 4 año de la escuela primaria 29 de barrio Savio rescatan el pasado mirando al futuro. Hoy, en la Feria de ciencias, presentaron el resultado de su investigación sobre los inmigrantes y la industria vitivinícola de San Nicolás.



lunes, 19 de junio de 2017

Una mariposa de otoño en el invierno nicoleño

Pablo Makovsky ya escribió la crónica de este viaje del que muchos participamos vía whatsapp. Así que me limito a publicar la gacetilla de prensa que distribuyó la editorial e invitarlos a todos a recorrer la historia de un hijo, su padre y un hilo misterioso que unió a San Nicolás, New York y Taishan y que se cerrará el viernes 23 de junio a las 19 hs en el Museo de la ciudad. 

El escritor nicoleño Gustavo Ng estuvo más de 20 años sin poder ver a su padre Ping-Yip, que había llegado a San Nicolás en 1954 para montar la fábrica ESTELA. Ese largo tiempo fue un impulso tan contenido, que la reconciliación lo lanzó a China, el origen de sus ancestros. En medio de la aventura, murió en esta ciudad la madre de Gustavo Ng, Celia Lorenzo.




Los relatos que conforman esta historia, en que se entreveran San Nicolás y Nueva York, parientes chinos con familiares vascos y gallegos, reunión y muerte, forman el libro “Mariposa de Otoño”, que será presentado en el Museo y Archivo Histórico Municipal "Don Santiago Chervo", Francia 187, el viernes 23 de junio a las 19 horas.

El director de la editorial El Bien del Sauce, Camilo Sánchez, presentará el libro junto al escritor local Javier Tisera.



Camilo Sánchez escribió sobre “Mariposa de Otoño”: “Podría decirse, como se ha escrito, que la narrativa que propone Gustavo Ng vuelve vital lo que toca y luego corre al desenlace. Quienes lo conocemos desde hace años intuimos que muchas veces vive historias solo para justificar, después, su escritura. En tiempos tan críticos para la imagen paterna, este libro restituye una trama familiar que bien pudo haberse ido a pique. En Mariposa de Otoño, Gustavo Ng viaja para ser testigo cercano de su padre, hasta reconstruirlo, y lo transforma a su manera: lo convierte en literatura. El autor, que vivió varios años en el barrio de Scorsese en Nueva York y algunos más en la llanura bonaerense, y también en Cuba y en Brasil, y escribió para diarios japoneses y montó una biblioteca, en Retiro, para indigentes, y dirige la primera revista de intercambio cultural entre China y Argentina, detiene su marcha, por fin, en este libro y recupera la intimidad de sus orígenes.
Como su apellido, de dos extrañas consonantes, Ng es un sonido nuevo, y a la vez antiguo, entre los escritores argentinos.”

Gustavo Ng explica, por su parte, que “en ‘Mariposa de Otoño’ quiero contarle a los nicoleños de los años que estuve lejos de mi papá, de cómo al final fui a verlo, en una Navidad congelada en Nueva York, de cómo eso terminó impulsándome a la tierra de mi padre y mis ancestros, China, y de cómo mi mamá se alegró de todo eso. Pero entonces mi mamá murió, y quise contar también de su muerte, de su vida, de cuánto la quiero y de los días que pasé solo con mi papá cuando fui a decirle en persona que mamá había muerto”.

domingo, 7 de mayo de 2017

Cocina típica nicoleña

Toda ciudad vive en una búsqueda constante de su comida típica. Decir gastronomía sería apelar al marketing turístico, que no está mal, porque sabemos que la economía también forma parte de la vida, pero ese término no delimita correctamente el campo al que nos queremos referir. La gastronomía figura en las guías turísticas, la comida vive en los hogares. Pero no siempre ocurre que una se convierte en la otra. Es más, cuando esto sucede, el mito se universaliza y cumple una de sus premisas: atraer personas. Tal el caso del Pollo a la marinera de la región chilena del Maule.
La comida típica tiene que ver con un ritual, construcción social hecha de repeticiones del acto de cocinar siempre una misma receta, y de la consideración tácita de que es la cantidad de veces que se realiza ese acto lo que lo universaliza. Este ritual tiene sus custodios, encargados de impedir desviaciones y está siempre amenazado por una guerrilla que intenta adaptarlo a la moda. Una vez que determinada combinación de ingredientes junto un método de cocción se establecen, se puede definir a tal preparación como la comida típica de un lugar. No tiene un comienzo establecido, aunque por los ingredientes y el método de cocción, se puede deducir una fecha probable de origen. Pero este origen siempre deberá ser remoto, perdido en el tiempo, y si es posible, misterioso o milagroso. Muchas veces coincide con una necesidad, como la de atraer personas a una ciudad o agasajar a tal personaje, sin embargo esto no garantiza que la preparación perdure y devenga en plato típico. Es lo que sucedió en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos con el "Flan Mitre". Cuentan los más antiguos que el genera Bartolomé Mitre visitó más de una vez la ciudad, sin dudas parar controlar la frontera entre los dos países que alguna vez fuimos los argentinos. Para agasajarlo, las familias dirigentes encargaban a sus cocineras la preparación de un flan que el militar apreciaba mucho y que por eso recibe su nombre. Era un simple flan con la única característica distintiva de estar elaborado con doce huevos. No es, por cierto, un invento de las cocineras nicoleñas este postre, de echo así se hace en muchos lugares del mundo, sin embargo se hizo conocido por la jerarquía del dignatario a quien estaba dirigido. Sin embargo, y a pesar de todas las chances que tenía,  este postre no se convirtió en un plato típico nicoleño. No logró atravesar la barrera de la memoria y quedó en el olvido. O quizá los adversarios de Mitre operaron ese olvido.
Muchas veces se intenta instalar una receta con el fin de convertirlo en plato típico. Pocas veces esta operación funciona. Aunque hay casos donde, sin proponérselo, una preparación recibe el aura necesaria para tipificarse. Es el caso de la milanesa a la napolitana, que no fue inventada en Nápoles, sino en el restaurant de un napolitano de Buenos Aires, como variación de la milanesa común. Años atrás las organizaciones vinculadas al turismo de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos organizaron un concurso con el objetivo de que cocineros locales elaboraran un plato que pudiera elevarse a la calidad de plato típico nicoleño. La estrategia consistía en ofrecerlo a los visitantes en todos los restaurantes de la ciudad y adjuntarle una profusa campaña de promoción. El plato elegido fue "Pejerrey con rissoto de remolacha". Una preparación que tenía la intención de unir un ingrediente del río y otro de la tierra y atravesado por la impronta gourmet de moda por aquellos años. El objetivo no se cumplió debido a que, a pesar del compromiso asumido, ningún restaurant lo ofreció en carta y por lo tanto dejó de tener sentido la promoción.
San Nicolás de los Arroyos fue organizada por capas a lo largo de su historia. La primera capa fue la de los colonizadores y sus descendientes, la segunda la de los inmigrantes europeos y la tercera la de los inmigrantes provincianos. Hubo una anterior, la de los habitantes originales, pero que, lamentablemente, no dejó huella. Cada una de ellas aportó su impronta a la cocina local. Podríamos pensar que los habitantes originales se alimentaban de los peces del río, de semillas de árboles y de animales salvajes, pero no quedó vestigio de la forma en que los cocinaban. Los colonizadores y sus descendientes criollos aportaron el gusto por la carne asada, los inmigrantes europeos, sobre todo los genoveses, trajeron las pastas, la pascualina (hoy conocida como tarta), compartida por los españoles (empanada gallega), el uso de la albahaca como condimento y la salsa de pesto, la cima rellena (corte de carne que luego se reemplazó por el matambre), sin dudas las pizzas y su antecesor, la focaccia, (aunque actualmente la focaccia dejó de ser popular) y el panetone (conocido como pan dulce). Los españoles y vascos, aportaron las paellas y las cazuelas de mariscos, el chorizo a la sidra y la mousse de ajo. Además, los inmigrantes europeos nos legaron el vino de quinta, un clarete elaborado con la variedad pinot gris. Los bolivianos popularizaron el picante de gallina, el chicarrón, las humitas y los tamales (hoy solo hallables en festejos especiales). De los paraguayos solo nos quedó el chipá. Hubo inmigración de medio oriente y su cocina logró difundirse más allá de su colectividad, pero hoy es imposible encontrarla y actualmente hay una variada inmigración oriental, pero su cocina es inexpugnable para los ajenos. Los inmigrantes provincianos aportaron las empanadas regionales (tucumanas, santiagueñas, cordobesas, entrerrianas, etc) cada una con ingredientes, forma de preparación y sabores particulares. También los guisos regionales, donde el más difundido es el  locro.
En una ciudad que tiene río y campo, las preferencias dividen a los comensales entre los cultores de la ternera o el pescado. Pero, a pesar que hay muchas forma de preparar ambos ingredientes, los gustos se unen en la preferencia por asar las carnes a la parrilla con leña, si es posible de espinillo, que es una planta de madera semidura que abunda en la región. 
A pesar de todo esta variedad, la comida más consumida es la milanesa con papas fritas. Por cierto, la velocidad de la vida cotidiana conspira contra las cocciones largas y preparaciones elaboradas y todas las comidas mencionadas más arriba ya forman parte de una tradición que solo se encuentra en eventos especiales, como la Feria de las colectividades, que por otra parte, en la ciudad ya no se organizan.
Pero, como la comida, como la lengua, es un ser vivo en constante evolución, me atrevo a aportar un plato, aún sin nombre, que se nutre de toda esta tradición. Podría ensayarse el nombre de Guiso de lentejas al disco. Los tres ingredientes principales son: pollo o carne de ternera, de cordero o de armado, allí está presente la tradición rural o costera según la carne que se elija; lentejas, en reemplazo al arroz de la paella, ya que la lenteja se cosecha en la zona y vino blanco de quinta, que todavía se elabora. También lleva cebolla, morrón, zanahorias,  batatas y caldo. Se cocina en disco de arado, preferentemente con leña de limonero. Es una preparación que, por su abundancia, tiene la propiedad de reunir mucha gente a su alrededor, lo que colabora con la multiplicación de los relatos, es decir, con la multiplicación de lo que queremos ser.



sábado, 22 de abril de 2017

Esto lo estoy escribiendo mañana

Buenas noticias me llegan de Oriente. Dos queridos amigos están por allí de gira, Gustavo "El Chino" Ng y Paulo "Payo" "Timo" Gallego. El Chino está, claro, recorriendo China por tercera vez, en un trabajo de acercamiento entre China y Argentina y protagonizando un documental y entrevistas sobre su origen, y el pueblo desde donde su padre partió, varias décadas atrás, para venir a San Nicolás a trabajar en la fábrica textil La Estela. A través de un grupo de wasap nos envía relatos y fotografías de sus viviencias. Como esta, donde nos cuenta que su padre, que vive en New York, pagó una fiesta de bienvenida de la que participó todo el pueblo, y donde participó de los rituales tradicionales en honor a sus ancenstros.


Es llamativa la cantidad de bicicletas y el ingenio de los chinos para adaptarlas y convertirlas en utilitarios. Pablo Makovsky posteó sobre el tema en su blog.


Payo está en Vietnam. También por wasap me envía sus relatos y sus fotografías. Payo, además de DJ, cocinero y guía de montaña en El Chaltén, es un melómano exquisito y un anfitrión inigualable. Toda la música que me gusta proviene de sus recomendaciones. Y su generosidad es tan ancha (como el océano que nos separa) que ni en vacaciones deja de enviarme música para mis oidos.
Como un chiste le aconsejo que se tome un avión ya mismo porque llega a Argentina Don Letts, el fundador, junto a Mick Jones, de Big Audio Dynamite, la banda que escuchábamos en la somnolienta y desvastada San Nicolás de los 90. Don Letts dirigió documentales y clips que retrataron el origen de la escena punk inglesa, de la cual también fue protagonista.




Letts fue DJ en el Roxy, desde donde introdujo el punk en la pista de baile. Pero como las opciones eran limitadas, debido a que no muchas bandas punk tenían meterial grabado, se vió en la necesidad de mezclarlas con su otra música favorita, el reggae, y asi logró fusionar involuntariamente ambos géneros, creando un nuevo estilo musical, que The Clash elevó a su máxima expresión. Actualmente Letts conduce un programa radial en la BBC, donde cada semana combina su música favorita proveniente de Estados Unidos, Reino Unido, Jamaica y Africa, con vinilos de su propia colección.



sábado, 18 de febrero de 2017

Eres lo que comes

Cierta vez, un periodista que se creía perspicaz, en medio de una entrevista por otro tema, quiso sorprender al intendente de la ciudad de Ramallo, Ariel Santalla, y le preguntó cuál era la comida típica de esa ciudad. El funcionario, político bicho, dictaminó ligero como un rayo: "La milanesa de armado". En la respuesta subyace la idea, diseñada por el marketing, de cada ciudad debe estar asociada a su gastronomía típica. Las ciudades, lo sabemos, son delimitaciones políticas de espacios geográficos compartidos. El armado, ese pez de carne firme y contorno monstruoso, nada por todo el río Paraná y en todas las ciudades de su costa se come la milanesa elaborada con su carne, pero está en la viveza del político, o del comerciante, del capitalista en definitiva, el adueñarse de ese commodity para convertirlo en objeto de deseo asociado a una comunidad. En Italia, país de montañas, los gringos aseguran que el jamón que se produce de este lado de la ladera es completamente distinto del que se produce del otro lado, lo cual obliga al paseante a probar los dos jamones para comprobar que son exactamente iguales.
A veces la operación de marketing nace a una escala muy pequeña y se disemina luego, ajeno de la voluntad de su creador,  por toda una región. Es lo que sucedió con el ya clásico Pollo a la marinera, plato creado por Don Juan Oyarzún y su hijo Alfonso Farías para posicionar el restaurant Picapiedras con el que esperaban hacerse un lugar en la gastronomía de la ciudad chilena de Constitución cuando llegaron en 1974, provenientes de la ciudad de Talca, y que hoy, en todas sus variantes, se sirve en muchos restaurantes y cocinerías de la región del Maule. Aunque en otros lugares el nombre viró a Pollo Mariscal, como por ejemplo en el restaurant La viejas cochinas de la ciudad de Talca, donde los mariscos se sirven pelados. Es un plato que combina tres carnes, pollo, cerdo (bajo la forma de longanizas) y mariscos sumidos en un caldo cuya originalidad proviene de las especias con que está condimentado y que es el secreto mejor guardado de sus creadores.
Constitución es una ciudad marítima, ubicada sobre la costa del océano Pacífico, que tiene como atractivo unas enormes piedras que yacen sobre la playa y una inédita montaña de arena volcánica que padres e hijos usan para trepar y observar el mar con la esperanza de ver a Japón del otro lado. El océano es muy frío y no dan ganas de meterse, pero si de caminar de roca en roca para observar las aves que las habitan y sacarse selfies muy poderosas. La ciudad, que en el año 2010 fue desvastada por un tsunami que arrasó lo que encontró diez cuadras adentro, busca relanzarse y posicionarse bajo el mote de La Perla del Maule. Ahora, ya reconstruida, es depositaria de turistas que hasta hace poco solo buscaban la caminata por sus playas de arena negra y las selfies. Sin embargo, desde que llegaron los señores con su restaurant e inventaron uno de los platos más deliciosos de la costa chilena, los visitantes tienen un atractivo más. El Pollo a la marinera es una comida que agrega a su originalidad el contener su propia bebida, el caldo en que está cocinado el ave y los mariscos se sirve en unas tacitas rociado con limón.
Cuando Juan Oyarzún, a quien llamaban Juanito Picapiedras falleció, su esposa María Nemi lo siguió cocinando varios años. Ahora su hijo Iván Jorge Alfonso Farías Nemi y su esposa Luisa Sandoval, son los encargados de continuar la tradición, que para ser efectiva, ya lo sabemos, debe estar montada en un relato. A continuación Alfonso nos relata.





El Restaurant Picapiedras






Playa y piedras de Constitución







sábado, 11 de febrero de 2017

Talca, ciudad dibujada

La ciudad de Talca es el museo a cielo abierto del graffiti chileno. Al mejor estilo de los dibujos del Bronx de la década del 80, donde nació este arte callejero como uno de los cuatro elementos del hip hop. El parecido de estos trazos con aquellos no solo radica en el estilo, sino en la escenografía donde se presentan: sitios desbastados. En el Bronx, barrios abandonados por la desidia del gobierno de la ciudad de New York. En Talca, por el terremoto del 27 de febrero de 2010 que dejó al centro histórico de la ciudad hecho escombros. Aún hoy se ven los terrenos baldíos a pocos metros de la plaza principal, con anuncios de futuras reconstrucciones. Y también, como en aquella época, las voces oficiales y las personas más conservadoras ven al graffiti, no como una forma de expresión artística, sino como un enchastre urbano. Le pregunté al portero del estacionamiento de la triturada escuela céntrica, donde resiste la mayor colección de graffitis de Talca, por qué en esta ciudad había tantos. Me respondió: "Por qué acá hay gente muy cochina".
El edificio de las Escuelas Concentradas fue construido después del terremoto de 1928. Está ubicado en la calle 1 Norte, detrás de la plaza Cienfuegos, donde algunos días se realiza una gran feria de productores. Resultó dañado en el terremoto de 2010 y, en 2015, cuando iba a iniciarse su reconstrucción, un incendio destruyó la mitad de lo que quedaba. Actualmente está inutilizable para el dictado de clases y es habitat de pobres, mendigos, homeless y drogadictos. Ningún escenario mejor para la práctica del graffiti.






































Si bien, esta es la mayor colección de graffitis de toda la ciudad, los hay por todas lados, en las esquinas, en las fachadas, en los trenes y hasta en cárceles









Todo Chile parece ser la heredera del arte callejero nacido en los Estados Unidos. El artista y fotógrafo León Calquìn exhibe en su sitio web una colección de más de 300 mil imàgenes de graffitis de todo el pías. Allí comprobamos que el graffiti en particular, y el muralismo en general, es una de sus expresiones artísticas más populares.